Fabricamos herramientas que hacen las preguntas correctas y hacen legibles las respuestas. Al DNS le encanta jugar al escondite. Cuando todo funciona, lo olvidamos. ¡Cuando se rompe, nada funciona!
Nuestro método es simple. Empezar por el DNS. Medir. Verificar. Volver a empezar si es necesario. Al final, siempre es culpa del DNS. O casi. Y conservamos el humor para el debug.